La gallina que no quería poner huevos
14,00€ (IVA incluido)
¿Cómo ser feliz cuando se es una gallina que no soporta los huevos, sobre todo si pones uno cada día? ¿Y si la solución fuera, simplemente, dejar de ponerlos? Es fácil de decir, pero no tan fácil de conseguir…
Séverine de la Croix, Anthony Signol y Pauline Roland nos traen la divertida historia de cómo la tenaz y ocurrente gallina Turuleta logró dejar de poner huevos. ¡Los peques se partirán de la risa!
Peso | 0,292 kg |
---|---|
Dimensiones | 24 × 0,9 × 24 cm |
THEMA | YBC |
BISAC | JUV002050 |
Edición | 2ª |
Encuadernación | Cartoné |
Formato | 240 x 240 x 9 mm |
ISBN | 978-84-9145-539-4 |
Págs. | 48 |
sole-loka-13 –
El libro está escrito con letras grandes, e ilustraciones muy bonitas y graciosas de Turuleta sobre un fondo blanco.
La gallina que no quería poner huevos
Turuleta no es una gallina normal, no quiere poner huevos porque eso no le hace feliz, ya que ese momento le corta muchos entretenimientos como charlas con las amigas, comer, ponerse guapa y justo en ese momento toca poner el huevo. Hasta que llega a la granja una gallina joven y le envidia porque es muy bella e intenta descubrir su secreto. Quiere ser como ella, y por eso intenta de todos modos no tener huevos…
Un cuento donde a los peques se le hace ver que lo que deciden no siempre es el camino más fácil y no todo se puede cambiar a nuestro antojo.
mestramim –
Es una colección muy divertida de cuentos en la que podemos encontrar:
El gato que no quería tener pelo
La gallina que no quería poner huevos
El dragón que no quería escupir fuego
Concretamente la historia que se esconde en el cuento de hoy es muy curiosa, ya que a Turuleta, la gallina, no le gustan los huevos… ¡Y eso que cada día pone uno!
Les gusta mucho comer y cantar, y además es muy presumida. Pero un buen día llega una joven gallina al gallinero que tiene las plumas más bonitas que ella y se muere de envidia. Turuleta se pone a investigar por qué Angelines tiene las plumas tan bonitas y… ¿Sabéis por qué?
Ahora que Turuleta sabe el motivo por el que su compañera tiene las plumas tan bonitas… hace todo lo posible por conseguir que las suyas sean así. ¡Hasta es capaz de volar hacia el Polo Norte!