El dragón que no quería escupir fuego
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¿Cómo ser feliz cuando eres un dragón que no soporta el fuego? Sobre todo, si no paras de escupirlo sin querer. ¿Y si la solución fuera dejar de fabricar llamas? Es fácil de decir, pero no tan fácil de conseguir… Séverine de la Croix, Anthony Signol y Pauline Roland nos traen la divertida historia de cómo el agobiado y tenaz Dragoberto logró dejar de escupir fuego. ¡Los peques se partirán de la risa!
| Peso | 292 kg |
|---|---|
| Dimensiones | 240 × 240 × 9 cm |
| BISAC | JUV002270 |
| Edición | 2ª |
| Encuadernación | Cartoné |
| Formato | 240 x 240 x 9 mm |
| ISBN | 978-84-9145-549-3 |
| Págs. | 48 |
Colorincorado –
¿ Como puede ser feliz un dragón que no soporta el fuego?
¡ Sobre todo si no para de escupirlo sin querer!
¿ Y si la solución fuera dejar de fabricar llamas?
Es fácil de decir, pero no tan fácil de conseguir…
Nuestro dragón Drogoberto no para de escupir fuego en cualquier situación:
Cuando se ríe.
Cuando toma canela ( es alérgico).
Cuando sopla las velas de su cumpleaños.
Cuando tose
…
Su fuego es su peor pesadilla e intenta que desaparezca de todas las formas posibles:
Se precinta la boca
Se pone un escudo
Bebiendo agua
Comiendo helado
…
Pero nada consigue apagar sus llamas, ni siquiera la poción mágica de su amiga Carolina.
Esta claro que tendrá que aprender a vivir con sus peculiaridades, con aquello que le hace único y especial, porque aunque a veces algo no nos guste , en la diferencia está el éxito.
Un álbum con situaciones muy divertidas y disparatadas ilustradas de manera magistral a todo color, que hará de esta lectura la favorita de grandes y pequeños.
Nosotros hemos hecho nuestro propio dragón escupe fuego: goma Eva, pompones, ojos móviles y papel pinocho.
¡ Sopla con cuidado que quema!
Begoña –
Dragoberto es un dragón que no soporta el fuego y eso tratándose de un dragón es increíble ¿no?
Además es algo bastante complicado ya que escupe fuego constantemente por qué no puede evitarlo: cuando ríe, cuando tose, cuando estornuda, cuando sopla las velas, cuando toma cosas picantes… Vamos que lo echa bastante a menudo y eso le da bastantes problemas, a el y a los que le rodean ya que tiende a chamuscar lo todo.
El pobre ha intentado de todo para evitar seguir echando fuego: ha probado a precintarse la boca pero le sale por los oídos y la nariz, o usa el viejo escudo de su abuelo para parar el fuego pero este le rebota y se quema el…
Un día tendrá una gran idea cuando van sus sobrinos a visitarle y es que estos tienden a hacerle mucha trastadas: le pintan mientras duerme, le echan jabón a las tortitas.. pero cuando se pone a gritarles ¡Ya no hecha fuego sino pompas!.quizá ahí está el truco en conseguir que su máquina de hacer fuego pare. Entonces Rigoberto comenzara a leer, a investigar y a probar distintos experimentos para dejar de echar fuego. ¿Lo logrará?
.
Un libro muy divertido con ilustraciones muy divertidas que seguro que van a divertir enormemente a los más peques y no tan peques de la casa.
Super recomendable.
Alicia –
¿Un dragón al que no le gusta el fuego pero que no puede evitar escupirlo constantemente? Ese es nuestro pequeño Dragoberto . Un personaje que ha resultado de lo más adorable .
En este divertidísimo álbum ilustrado encontraremos multitud de situaciones en las que este simpático dragón «la lía» debido a su incontrolable fuego (derretir pasteles, muñecos de nieve e incluso quemar restaurantes son algunos ejemplos ).
Dragoberto intentará ponerle remedio, pero no será hasta la visita de sus traviesos sobrinos que encontrará una posible solución. Eso sí, ponerla en marcha no será fácil, pero nuestro dragón es perseverante y no dudará en intentarlo de todos los modos posibles.
Maravilloso álbum ilustrado para todo amante de los dragones y las historias divertidas. Para los niños me parece ideal. Tanto en texto como en ilustraciones es divertidísimo. Las situaciones por las que pasa Dragoberto para dar solución a su problema tienen como resultado momentos de lo más graciosos y a la vez muy tiernos mientras vemos como lo intenta y no se rinde.
A mi hija le ha encantado, y desde que lo tenemos en casa la descubro ojeándolo cada dos por tres (aún no sabe leer, pero le hace mucha gracia contemplar a Dragoberto escupiendo fuego sin control ).